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XXII Concurso sectorial de detección de fraudes

Sobre atunes de ida y vuelta y otros fraudes de empresarios al Seguro

MAPFRE EMPRESAS, FIATC y SEGUROS RGA, galardonadas en Diversos
Mercado

El XXII Concurso sectorial de detección de fraudes organizado por ICEA reconoce las labores de investigación en tres categorías de seguros: Automóvil, Diversos y Personales. Estos galardones premian los esfuerzos realizados por los profesionales del sector para detectar y combatir estafas que perjudican a todos los asegurados y a la sociedad en su conjunto.

A continuación, recogemos los casos premiados en la categoría de Diversos.

Diversos. 1º premio. MAPFRE EMPRESAS

Una compañía dedicada a la cría de pescado contrató una póliza para cubrir el traslado de unos atunes vivos en jaulas hacia unas granjas de engorde ubicadas en las costas de Alicante y Murcia. El contrato establecía que el asegurado debía informar con carácter previo de cada traslado y sus características (capital asegurado, toneladas de mercancía, buque empleado, itinerario, etc.).

La empresa asegurada declaró un siniestro por pérdida de los atunes transportados. En concreto, informó de que el buque que remolcaba las jaulas sufrió una rotura del timón, quedó sin gobierno y tuvo que ser asistido por otra embarcación y remolcado a tierra. Una vez en puerto, el buque quedó retenido por terceros que reclamaban a la empresa asegurada el pago de unas deudas que había contraído previamente. Cuando dicho pago se saldó, el buque quedó libre para volver a la mar, pero buena parte del cargamento de pescado había desaparecido porque las jaulas estaban dañadas. El valor de los atunes ascendía, según el asegurado, a 1,7 millones de euros.

La aseguradora pudo incluso constatar que la empresa había contratado a un buzo para romper las jaulas y simular de esa forma el siniestro

La aseguradora procedió a investigar los hechos y pudo observar que la posición geográfica de las jaulas con los atunes no concordaba con los puntos de recogida indicados en el diario de navegación del buque. Igualmente, se comprobó que la embarcación no presentaba daños en el timón ni tampoco había constancia de actuación alguna de los servicios públicos de salvamento marítimo. Mientras tanto, llegaron rumores de que las jaulas no habían sufrido accidente alguno sino que, en lugar de escaparse, los atunes habían sido vendidos a un comprador distinto del previsto en la póliza. El comprador que finalmente había recibido los atunes confirmó la transacción.

La aseguradora pudo incluso constatar que la empresa había contratado a un buzo para romper las jaulas y simular de esa forma el siniestro. Los hechos fueron puestos en conocimiento de la Guardia Civil, que detuvo al responsable de la trama y dio inicio a diligencias penales. El asegurado desistió en la reclamación de la indemnización.

Diversos. 2º premio. FIATC

El propietario de una discoteca en la provincia de La Coruña presentó una denuncia por robo. Al acudir a limpiar al local se encontró que la puerta de emergencia había sido forzada y que había desaparecido buena parte del equipo de sonido (altavoces, mesa de mezclas, monitor, tarjeta de sonido, ordenador portátil, etc.), así como varias botellas de bebidas.

La aseguradora pudo observar que la puerta forzada carecía de cerradura de seguridad, era de madera y no tenía una plancha metálica antirrobo. A continuación, solicitó las facturas que demostraran la existencia del material sustraído, así como las del equipo de reposición adquirido a raíz del robo. El asegurado no presentó factura alguna en un principio. En su lugar, hizo entrega de un inventario que podía haber sido confeccionado para la ocasión. Este hecho hizo sospechar a la aseguradora, que decidió recurrir a un investigador. A través de él se pudo averiguar que la empresa A (la asegurada y dueña de la discoteca) afirmaba que el equipo de música se lo había vendido la empresa B (que era a su vez la propietaria y arrendadora del local donde estaba ubicado el negocio).

Cuando se contactó con la empresa B, ésta alegó que carecía de facturas porque ella había adquirido a su vez el material musical de segunda mano. Cuando finalmente los implicados presentaron unas facturas, se demostró que eran falsas. De hecho, las facturas estaban emitidas por una tercera empresa (empresa C) que se encontraba en concurso de acreedores y sin actividad comercial desde hacía años. La Policía detuvo al presunto estafador y lo puso a disposición judicial.

Diversos. 3º premio. SEGUROS RGA

Un empresario de la provincia de Toledo denunció que, una noche, un grupo de desconocidos accedió a su nave industrial y sustrajo un cargamento de motores y cremalleras mecánicas. La mercancía había sido recibida dos semanas antes. La aseguradora procedió a pagarle una indemnización de 47.469 euros. Algún tiempo después, la aseguradora recibió una nueva declaración de siniestro por parte del mismo empresario. Esta vez denunciaba actos vandálicos sobre la nave (la rotura del luminoso y de algunos cristales) y acusaba de los mismos a un tercero.

El asegurado fue condenado a prisión y multado como autor de un delito de estafa y otro de simulación de delito

Al contactar con este último, el presunto vándalo negó la acusación y apuntó en su lugar que el asegurado era un estafador que se estaba dedicando a vender los motores que presuntamente le habían sido sustraídos. La aseguradora contrató en ese momento los servicios de un detective privado que pudo demostrar que, efectivamente, el propio empresario estaba comercializando esos motores a 350 euros la unidad. En ese momento, la entidad procedió a denunciar al empresario. Cuando la nave industrial fue registrada por orden del juez aparecieron los motores. En el pleito subsiguiente el asegurado fue condenado a prisión y multado como autor de un delito de estafa y otro de simulación de delito.

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