Con fecha de hoy, 1 de marzo, el ‘alma mater’ de la actual DKV SEGUROS, Josep Santacreu, accede a la jubilación y cede el testigo como consejero delegado a Ignacio López Eguilaz. Era lo previsto, tras 25 años en el cargo, aunque no se desvinculará totalmente del grupo, al que seguirá dando apoyo hasta final de año. Uno de sus últimos servicios ha sido la pasada semana en la feria de arte contemporáneo, Arco, donde ha podido seguir mostrando el apoyo de DKV a los artistas, invirtiendo en algunas compras señaladas. Esta Redacción ha podido acompañarle en su visita y ha constatado su complicidad con los galeristas y el reconocimiento que inspira su figura entre conocidas personalidades de la vida pública española. También, sus impresiones de una trayectoria profesional de la que se va satisfecho, que recuerda en esta entrevista, mientras ya piensa en unas nuevas ocupaciones que no le van a dejar aburrirse: proyectos sociales y medioambientales y participación en empresas vinculadas a los temas que le interesan más, como la sostenibilidad, la gente mayor y el envejecimiento y la salud.
Alguien tan atareado y a la vez tan implicado en cuestiones sociales como tú (hace unos meses por ejemplo ya estuviste en Polonia atendiendo a refugiados ucranianos) ¿a qué vas a dedicar su tiempo a partir de ahora?
Ampliaré mi dedicación a los proyectos sociales y medioambientales y participaré en empresas alrededor de los temas que me interesan más, como la sostenibilidad, la gente mayor y el envejecimiento y la salud.
En 1997 accedes al cargo de consejero delegado de Previasa, ya con el encargo de pilotar la compra de la compañía por DKV un año después. ¿Cómo era la Previasa que te encontraste y qué fue lo más difícil de la venta posterior e integración en DKV?
Mi llegada a la aseguradora coincidió con un momento muy dramático, por la desaparición del propietario y la gran incertidumbre que vivía la plantilla. De lo que era Previasa, en enero de 1998, a lo que somos ahora hay un mundo: somos muchísimo más grandes, pero también nos hemos adaptado y hemos intentado ir por delante, lo que ha permitido que aquella compañía mediana de Zaragoza sea ahora una compañía muy grande, y con una solvencia y una valoración muy positiva por parte de los grupos de interés.
¿Y cómo era el seguro de Salud de aquellos momentos en el mercado español?
En aquellos años, el seguro de salud no estaba tan extendido, aunque desde finales de los años 80 había experimentado un crecimiento progresivo debido a una serie de factores. Destacaría la evolución de la economía del país, (salvo en 1993), el incremento de la esperanza de vida y de las necesidades sanitarias, la sofisticación y encarecimiento de sus instrumentos y tecnología, así como el desarrollo farmacológico y su elevado consumo.
¿Qué hitos destacarías de la compañía en estos 25 años que has estado al frente? ¿De cuáles te sientes más satisfecho?
En estos 25 años, hemos conseguido alcanzar los dos millones de clientes, quintuplicando los 416.000 que teníamos en 1998, y una cartera de pólizas de seguros valorada en 945 millones de euros, de los 128 millones que teníamos en 1998.
Me siento muy satisfecho del valor que hemos aportado a los diferentes grupos de interés, en el año 2022, tanto a clientes (tenemos un NPS del 40% en 2022), como a profesionales sanitarios (hemos abonado 493 millones por sus servicios), mediadores (les hemos retribuido con 48,2 millones de comisiones y tenemos una valoración en ADECOSE de 7.1), proveedores generales (el período medio de pago es de 13,7 días) y empleados (llevamos 14 años en los primeros puestos del ranking Best Work Places).
Pero si hay algo que me produce un orgullo especial es nuestro compromiso con las causas que apoyamos como activistas de la salud. En relación con el medio ambiente: somos CeroCO2 desde 2007, el 100% de nuestra electricidad procede de energía verde y tenemos una estrategia frente al cambio climático hasta 2023 que incluye, entre otros compromisos, plantar un millón de árboles; y, ¡cómo no!, la Fundación Integralia, que es nuestro proyecto emblemático de apoyo a la inserción sociolaboral de personas con discapacidad.
¿Cómo es la DKV que dejas?
Aunque aún no hemos presentado resultados, puedo adelantar que ha sido un buen año de facturación. Hemos vuelto a crecer más que el mercado, sobre todo, en seguros de salud individual. Creo que es el resultado de un reconocimiento del mercado a la propuesta que hacemos y que nuestros clientes lo reconocen.
¿Cuáles son ahora vuestros valores diferenciales?
Yo destacaría una cultura de confianza, que es la base de las relaciones a largo plazo, y la preocupación por crear valor para todos los grupos de interés.
¿Qué aporta la Fundación Integralia al grupo DKV? ¿Y a la sociedad?
La Fundación Integralia DKV se creó en el año 2000 a partir de una necesidad operativa de DKV: la atención al cliente asegurado. En lugar de subcontratar un contact center o crear un propio equipo especializado, decidimos impulsar una iniciativa de emprendimiento social con la misión de favorecer la inserción sociolaboral de las personas con discapacidad que pudieran realizar este servicio de atención al cliente. En la actualidad, la Fundación gestiona 7 Centros Especiales de Empleo (CEE) y de un equipo de 9 personas en el año 2000 se ha pasado a un equipo de 600 colaboradores y se ha acompañado a 4.771 personas con discapacidad en su inclusión en el mercado laboral.
El mayor éxito de DKV y de su equipo directivo al crear Integralia es que, después de 22 años, la Fundación se autofinancia y es sostenible a través de la actividad productiva que desarrollan sus CEE, de la financiación pública y privada que recibe para el desarrollo de proyectos y de donaciones de empresas y fundaciones.
¿Por qué ha decidido hacer del arte una de sus señas de identidad?
Josep Santacrey y Maribel López, directora de ARCO
A lo largo de estos años hemos apoyado artistas españoles emergentes hasta crear una de las mejores colecciones corporativas del país (así nos lo reconocieron en ARCO). Este apoyo, que nace la convicción de las propiedades del arte para mejorar la salud y el bienestar de las personas nos ha servido, además de para fomentar la creatividad y la innovación, para poner ese arte a disposición de la sociedad a través de las exposiciones que hemos realizado en colaboración con instituciones públicas y privadas del país.
¿Cómo vislumbras el seguro de salud en nuestro país en los próximos años? ¿Cuáles son sus principales retos?
El auge del seguro de salud era una tendencia que veníamos observando desde hacía tiempo, pero la pandemia de la Covid-19 fue un aldabonazo y, de la misma manera que ha servido para acelerar la digitalización, también ha ayudado a que la gente ponga en contexto que la salud es lo más importante. Por ello, todo el sector del seguro de salud ha tenido desde la pandemia un mayor crecimiento que otros ramos.
Generar valor para todos y de manera sostenible a largo plazo ha sido siempre nuestro reto. Hemos soñado el futuro para anticiparlo al presente, tanto en innovación como en cambios de proceso, en modernización. Ahora el reto es continuar así, apostando por otros 25 años más de desarrollo en todos los ámbitos, teniendo en cuenta, eso sí, que estamos en un entorno de cambio de acelerado.