El desarrollo de la inteligencia artificial, su expansión a todos los entornos productivos y a la realidad diaria de personas y organizaciones está configurando un nuevo ecosistema social y corporativo, en el que la interrelación “hombre-máquina” está jugando un importante papel en el análisis y toma de decisiones, el desempeño de funciones y puestos de trabajo y el devenir económico de las compañías.
Las necesidades de las empresas están evolucionando y, con ellas, se incrementan los requerimientos de adaptación de las responsabilidades y competencias de cada empleado.
Este cambio, que nos afecta a todas las empresas independientemente de nuestra actividad, implica no solo una restructuración en la forma de operar, sino también en los perfiles profesionales. El futuro laboral va, sin duda, de la mano de la tecnología. Sin embargo, no podemos olvidarnos del valor y el importante papel de las personas en el tejido empresarial. Ante este escenario, las empresas debemos evolucionar para ayudarnos con la tecnología a alcanzar la máxima eficiencia con las personas llevando el timón y, sobre todo, en este contexto, apostando por mantener y sacar el máximo rendimiento del equilibrio generacional.
Cada vez es más común encontrar en las empresas la convivencia de diferentes generaciones, desde los llamados Baby boomers hasta los millenials y la generación Z. En concreto, según el informe El desafío de la diversidad generacional en la empresa española, de Grant Thornton, el 84% de las empresas ha puesto ya en marcha medidas para mejorar esta diversidad generacional.
En HomeServe creemos que esta diversidad es imprescindible para mantener una cultura dinámica e inclusiva y un clima laboral idóneo y de retroalimentación entre los diferentes perfiles. El envejecimiento de la población y la prolongación de la edad de jubilación, como está ocurriendo ya en otros países europeos, están alargando también la etapa profesional, por lo que las empresas debemos ser capaces de integrar tecnología y diversidad generacional a la vez que reducimos los estigmas y los miedos a cambiar de trabajo a partir de los 50 o 55 años.
Adaptarse y aprender
La combinación de talento diverso y la integración de los diferentes perfiles es clave para el crecimiento corporativo, promoviendo la capacidad de adaptarse y de aprender. Los perfiles senior nos aportan atributos como la experiencia, el conocimiento de largo recorrido y la madurez, fundamentales para generar confianza e incrementar la calidad. A su vez, debemos aprovechar las nuevas maneras de hacer y pensar de los jóvenes profesionales, su agilidad tecnológica y brindar oportunidades a quienes se enfrentan a su primera experiencia laboral.
Por ello, es importante reafirmar el hecho de que cada perfil profesional es necesario y que las empresas estamos trabajando para lograr una integración total de la mejor manera posible. De hecho, del mismo informe de Grant Thornton se desprende que 4 de cada 10 directivos han creado ya entornos para fomentar la relación entre las distintas generaciones, han activado nuevos programas de mentoring y coaching y hasta el 35% de las empresas dispone de un plan de Diversidad Generacional para romper la brecha digital y crear nuevas sinergias entre las distintas generaciones.
«Es importante reafirmar que cada perfil profesional es necesario y que las empresas estamos trabajando para lograr una integración total de la mejor manera posible»
Y todo apunta a que estos porcentajes van a seguir aumentando, pues el 70% de las empresas considera que una mala gestión de la brecha intergeneracional afecta de forma negativa al desarrollo de su actividad y, en su gran mayoría, perciben la integración como una demanda necesaria del mercado laboral y del nuevo entorno ESG.
Convivencia intergeneracional, clave para el futuro
A juzgar por los datos, es innegable que la tecnología, el trabajo colaborativo, la comunicación, el incremento de la participación, la creatividad y la innovación juegan un papel dinamizador en la convivencia intergeneracional. Y para alcanzar esta convivencia y poder aprovechar todas sus ventajas, es necesario hacer equipos mixtos donde todos tengamos la oportunidad de aprender de las experiencias de los demás. Este es uno de los grandes retos al que nos enfrentamos, pues sabemos que el éxito está vinculado a la capacidad que tengamos de contar con un capital humano cuyos conocimientos y habilidades encajen en este nuevo escenario.
En definitiva, gestionar de forma adecuada la diversidad generacional debe ser una prioridad en la gestión de personas. Solo así, desde esa capacidad de adaptación y de aprendizaje, conseguiremos atraer y fidelizar al talento de todas las edades y avanzar en la construcción de organizaciones más competentes y equilibradas.
«Gestionar de forma adecuada la diversidad generacional debe ser una prioridad en la gestión de personas»
