Nerea de la Fuente Hiscox
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Cuando la cuenta de resultados deja de ser la principal preocupación del directivo

Nerea de la Fuente, directora de Suscripción Técnica de Hiscox España
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No es un secreto que la COVID-19 nos ha hecho replantearnos nuestras prioridades en todos los ámbitos: la vida pública, la privada y sobre todo la profesional. El auge del teletrabajo ha obligado a las empresas, y sobre todo a los que las dirigen, a reinventarse para aprender a operar en un ecosistema en el que los ciberataques se han convertido en uno de los principales riesgos y preocupaciones de los CEO, según la última Encuesta Mundial de CEOs de PwC. Los directivos han asumido la importancia de desplegar una estrategia de ciberseguridad que les proteja a sí mismos, a sus empleados y a toda la empresa, por lo que destinan el 56% de su presupuesto de TI a implementar sistemas para detectar conexiones y dispositivos no autorizados, de acuerdo al Informe de Ciberpreparación de Hiscox 2021.

Históricamente, los jefes han entendido la rentabilidad de la empresa y la obtención de beneficios como la principal preocupación, y casi la única, pero la acelerada transformación digital les ha ayudado a comprender el impacto significativo que un ataque o un fallo en los sistemas puede tener en la cuenta de resultados. Incidentes de este tipo pueden implicar una paralización del negocio, con su consecuente pérdida monetaria y de reputación, pero quizá también en un futuro no muy lejano suponga un motivo de demanda contra el directivo por la gestión negligente en el ejercicio de su cargo.

Retos a los que se enfrentan actualmente los directivos

A pesar de este creciente problema, la ciberseguridad no es el único reto al que se enfrentan los directivos actuales. Este nuevo entorno de vulnerabilidad también ha tenido su cara amable al contribuir a revalorizar a los trabajadores, convirtiendo su bienestar en una prioridad estratégica para muchas empresas. La capacidad de asegurar la diversidad e inclusión, una política salarial equitativa y la prevención de riesgos para garantizar el bienestar físico y mental de los empleados son algunas de las líneas de acción que se deben seguir para evitar demandas de empleados que se sientan desprotegidos o discriminados, ya que el coste de las mismas podría suponer unos 54.000 € solo en gastos de defensa, según datos de nuestros siniestros analizados.

Si el bienestar de los empleados es una de las preocupaciones principales de los nuevos directivos, la sostenibilidad no se queda atrás. La crisis climática se agudiza y el papel de las empresas es cada vez más necesario. Es por ello que los directivos, conscientes de su importancia, son los encargados de velar por la implementación de políticas de sostenibilidad que cumplan la normativa vigente en materia medioambiental, ya que su incumplimiento puede provocar demandas procedentes de personas o instituciones públicas. No obstante, ejercer un buen liderazgo no es limitarse a cumplir lo establecido, sino ser proactivos y aportar soluciones sostenibles novedosas.

Un entorno cambiante

Son muchos los frentes abiertos para un directivo 2.0 hoy en día. Actuar con diligencia, pensando en el beneficio de la empresa, los empleados y la sociedad en general, es la máxima prioridad para todos aquellos que deseen llevar su empresa a buen puerto sin enfrentarse a costosos procesos legales que en muchos casos deben ser satisfechos con su propio patrimonio. Y llegados a este punto, en un entorno cada vez más cambiante y en el que se asumen más riesgos, el seguro D&O aparece como una herramienta preventiva tanto para pymes como para grandes empresas.

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